COLUMNISTA: Ignacio Crespí de Valldaura
Fruto de la observación y de la reflexión, se me han ocurrido siete categorías de europeos, en lo concerniente al grado de filia con la Unión Europea. De mayor a menor afinidad, los he bautizado como ‘eurostates’, ‘eurocéntricos’, ‘euroentusiastas’, ‘euroambiguos’, ‘eurocríticos’, ‘euroescépticos’ y ‘euroexits’.
Los ‘eurostates’ son aquellos que abogan por transfigurar a la UE en unos Estados Unidos de Europa; algo así como un gran estado-nación, de la magnitud de Rusia y Norteamérica, con un ejército y soberanía propias, donde los tradicionales países pasen a constituirse en federaciones de dicha potencia.
Los ‘eurocéntricos’ son aquellos que, sin llegar al extremo de los anteriores, se postulan como partidarios de aumentar significativamente las competencias de la Unión. En otras palabras, de hacer algo muy parecido a los ‘eurostates’, pero sin metamorfosearla explícitamente en un estado soberano.
Los ‘euroentusiastas’ son quienes enarbolan las banderas azules de la UE en las manifestaciones (junto a las de su nación) y se declaran orgullosísimos ciudadanos del continente. Ahora bien, sí que podrían mostrar, a su vez, ciertas reticencias a ceder un exceso de competencias a la Unión.
Los ‘euroambiguos’ son aquellos que, sin mostrarse demasiado entusiastas con el proyecto europeo, se escandalizan con quienes osen mostrarse críticos con el mismo. Esta categoría la componen esas personas que, en función de lo que prediquen sus intelectuales de referencia, serían más ‘euroentusiastas’ o ‘eurocríticas’. La mayoría de la gente que conozco creo que pertenece a este sector.
Los ‘eurocríticos’ son quienes creen en la necesidad de que exista la Unión Europea, en pos de garantizar la estabilidad, de no remover las aguas, pero sin curvarse ante el centralismo e intervencionismo desaforado de la misma. Este grupo lo componen aquellos que se muestran contestarios con los valores y el modus operandi de la UE, pero sin ánimo de desmantelarla. Se postulan favorables a regenerarla desde dentro, porque no confunden rebeldía con revolución. En esta categoría, se sitúa el autor de este artículo.
Los ‘euroescépticos’ son aquellos que se niegan a reconocer aspectos positivos de la Unión, pero sin llegar al grado de querer demolerla. Se encuentran a caballo entre los ‘eurocríticos’ y los ‘euroexits’.
Por último, los ‘euroexits’ son, directamente, quienes anhelan que sus estados se desliguen de la Unión Europea.
Y tú, ¿A qué categoría perteneces?