El cabo primero Don Luis Fernando Pozo, de la Brigada Paracaidista o BRIPAC, no se ha amedrentado por la vergüenza tras lo ocurrido. Más bien, todo lo contrario.
Los aplausos de los Reyes y de la muchedumbre han sido no sólo capaces de enjugar sus lágrimas de pena, sino de arrancar, de sus ojos vidriosos, cascadas de orgullo y entusiasmo.
El célebre paracaidista ha convertido un error en un océano de aplausos.
Ha logrado incluso erigirse en el protagonista del Día de la Hispanidad.
El paracaidista Don Luis Fernando Pozo acaba de demostrar al mundo hispánico cómo levantarse airoso de un desatino.
Ha convertido un fracaso en un estruendoso éxito, una derrota en una refulgente victoria, ha transformado, literalmente, el plástico en oro.
Esto sí que debería ser enseñado en las conferencias de «coaching» y «crecimiento personal«.