Hay un sacerdote que se ha convertido en un héroe nacional en Francia. Se trata del Padre Fournier, quien se ha jugado la vida por rescatar las reliquias de Notre Dame de su destrucción.
Este Ministro de Dios, que sirvió durante muchos años en el Ejército, tuvo las agallas de acceder con los bomberos al interior de la Catedral y salvar el Santísimo Sacramento, La Corona de Espinas y la túnica de San Luis, objetos de un valor incalculable para la Cristiandad.
Para más inri, el Padre Fournier actuó con gallarda e inamovible serenidad, sin perder la calma en ningún momento. Una simbiosis de valentía y aplomo, de ahínco y bizarría que han salvado el alma de Nuestra Señora de París.