El jugador es una de las novelas más personales del inconmensurable narrador ruso Fiódor Dostoyevsky (1821-1881). El escritor padeció de ludopatía durante largos años lo que ocasionó trastornos económicos, quedando en bancarrota en varias ocasiones. Para saldar una deuda se comprometió con un editor a escribir esta obra en un plazo de un mes. Trabajando día y noche con la ayuda de una estenógrafa consiguió escribirla en veintiséis días para deleite de los lectores de su época y muchas generaciones posteriores.
La novela transcurre en Roulettenburgo una ciudad ficticia inspirada en los casinos de Baden-Baden y narra las andanzas de Alexei Ivanovich, un preceptor de un general ruso, que se enamora de su hijastra Polina. Alrededor del romance se suceden unos acontecimientos donde las casas de juego y la ruleta se convierten en el eje central de la trama. Junto a ellos aparecen otros personajes como el propio general Zagorianski, un sujeto obsesivo y delirante y su tía Vasilevna acaudalada moscovita a la que todos adulan para formar parte de su herencia.
El protagonista encarna el alma de Dostoyekski y sus constantes tormentos así como un retrato de la extravagancia y la degradación de los rusos acaudalados que viajaban ociosos por Europa en el siglo XIX.
La novela aunque se escribiera hace ciento cincuenta años cuenta con una rabiosa vigencia pues retrata las pulsiones adictivas y degradantes del ser humano en medio de una tensión narrativa magistral.
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