Año nuevo, vida nueva; al menos, eso es lo que dicen. Otros dirán que tres meses arriba, tres meses abajo tampoco es tan relevante.
Aunque sean años o sean meses, está claro que el futuro está en continuo movimiento. Allá van 4 predicciones para este nuevo 2021.
Haciendo fruto de la habitual habilidad para la eficaz gestión del gobierno nacional, seguro que la vacuna ni llega a todo el mundo, ni en buenas condiciones, ni a tiempo, ni a nada…
Aparte de que a ver si es eficaz, a ver si existe una vacuna realmente, a ver si el virus no muta en una versión indestructible al más puro estilo Sida.
La cuestión es que, ojalá me confunda, si la gestión depende del gobierno nacional, esta se aventura caótica, mucho prometer y poco dar, burocrática, partidista, quizá solo se administre a comunistas y separatistas, ¡Vayan ustedes a saber!
A lo mejor, si se delega en un algún eficaz gobierno regional, esta gestión se pueda salvar.
El virus se ha erradicado definitivamente en verano, ¡Ya para siempre! Después de la tormenta llega la calma. Nada más placentero que la recuperación del enfermo crónico.
Además, mediante Ley Celaá, o ley Tardá, o ley Echenique, ya se han eliminado los impedimentos y restricciones morales para disfrutar de nuestro propio cuerpo; así que mejor que unir falta de moralidad con alivio tras la tormenta, para llegar a la nueva Babilonia festiva: Orgías multitudinarias, borracheras piratas colectivas, adoraciones al becerro de oro, garitos chill-out ibicencos, resacosos terminales.
Lo malo, es que a ver si con tanto impúdico contacto humano llega una nueva pandemia, es lo que tiene la cólera divina frente a los mortales.
España con sus 83-84 años de esperanza de vida se configura como uno de los países con mayor esperanza del mundo. Eso lo que tiene la dieta mediterránea, el solecito, el saber vivir, el disfrutar del ocio…
Pero esto tiene sus días contados, tras la aprobación de la ley de la eutanasia, la esperanza de vida se reducirá, tampoco mucho, un par de puntos, lo justo, lo moderado, lo políticamente correcto.
Gracias a este gran avance social (ironía), se eliminarán vidas ancianas que no se consideren servibles y por ende, decaerá esa esperanza de vida en beneficio del mantenimiento del estado social.
¡Todo ventajas! Ahorro de coste de desplazamiento, lluvia, frio o tórridos mediodías veraniegos. Ahorro de coste de alquiler de empresa y mobiliario.
Ya los empleados no mangarán más bolis, lápices, calculadoras, tijeras, grapadoras de mamá empresa, ni se tomarán el depresivo café de máquina en vaso de plástico.
Y lo mejor de todo, ya no tendrás que ver físicamente al trepa del Ramírez, a la urraca de la Marijuani u oler el hedor a sobaco del jefe que no se quita la chaqueta ni con 40 grados.
Se acabó el ver los mismos imbéciles caretos mañana tras mañana y el consiguiente forzado saludo.
Evidentemente, te tocarán las bolas vía telemáticamente, pero se hará más llevadero, puedes fingir mala conexión incluso, y no tienes que oler aliento alguno. Además, telemáticamente no se puede pegar a nadie, por mucho que te toquen las bolas.
Lo que se habría ahorrado el estado si hubiese habido más virtualidad; aunque me temo que el hombre es un animal social, a fin de cuentas.
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