Columnista: Pelu Crespins, experto en divulgación histórica
Mediante el pensamiento del confinamiento, y estando de moda, ahora llega escribir sobre los 4 peores virus que ha habido sobre la historia de la faz de la tierra. Se supone que de algo habrá que morir y no cabe duda de estos virus son firmes aliados a la hora de buscar una muerte entre la población. Siempre hay que tomar medidas para hacerlos frente, pero si la guadaña quiere atraparte, me temo que al final lo acabará haciendo.
4-. El sida: 30 millones de muertes
¿Qué fue del sida? Todos los que hayamos vivido los finales 80 y los90 del s. XX, recordamos el pánico generalizado que había ante esta actual pandemia. Digo actual, pues aunque todavía existe y no hay vacuna definitiva contra la misma, ya apenas se habla de la misma. Cierto es que ahora por lo menos, atiborrándote a retrovirales, puedes vivir 20 ó 30 años más. En los años 90, pillar el Sida, era lo equivalente a una pena de muerte, pues después de que tu sistema inmunológico se debilitase rápidamente, tu esperanza de vida no solía pasar de los 5 años.
En cuanto a la causa del contagio del mismo, ya todos lo sabemos; la sangre del infectado, contagio inmediato. En países de África del Sur la tasa de infectados estaba por encima del 20%. Siendo muy elevada en este continente en general.
Famosos muertos por el Sida: Freddie Mercury, Rock Hudson… Y los hay que llevan contagiados desde los 90 como Magic Johnson. Los virus siempre son un misterio, pero todavía no existe la vacuna definitiva y ya llevamos más de 30 años.
3-. La malaria: 150 millones de personas
Otra enfermedad milenaria y la peor de la actualidad, pues sigue llevándose por delante entorno a 1 millón de personas al año. Desde luego que hay cosas, hay insectos, hay entes que no se sabe por qué existen en este mundo y uno de ellos, no cabe duda de que es el mosquito, el animal más letal del mundo. Este insecto chupóptero tiene la gran función de diezmar a la humanidad infectándola de la malaria o bien de otras enfermedades variopintas. Tan solo cumplirá algún tipo de función en el ciclo de la vida de la naturaleza, pero su existencia es un tanto vil y traicionera, te chupa la sangre por la noche mientras duermes y no te das cuenta.
Tampoco existe una vacuna definitiva contra este virus, hay tratamientos anti palúdicos, pero dependiendo de la persona, su proximidad a los mismos y dinero; hace que cuanto más pobreza haya, más malaria habrá. Se distribuye por África, Asia oriental y Sudamérica.
2-. El sarampión: 200 millones
Cuando era pequeño, todos pillábamos el sarampión y nos teníamos que quedar en la habitación durante 4 o 5 días. Pillabas esos puntitos rojos por todo tu cuerpo que eran una historia y después de una buena fiebre ya te recuperabas y no la volvías a coger en tu vida.
Hoy en día, gracias a la vacuna triple vírica, nos vamos a librar de ella, por esta vez. Pero todavía existe la enfermedad y afecta a los no vacunados de países más pobres.
Históricamente, no había vacuna ni cura específica, su tasa de contagio era inmediata, si uno de la casa se contagiaba, todos quedaban contagiados. Cuanto más mayor eras peor, como casi siempre, muerte por fiebres altas e infecciones pulmonares.
1.- La viruela: 300 millones
El virus más letal de la historia, tiene como paradoja que es la única pandemia totalmente erradica de las de este top. A finales de los años 80 y siguiendo un programa mundial conjunto entre los EEUU y la URSS, perestroika, se declaró ya extinguido ese virus mediante vacunaciones mundiales. Ya era hora de un buen logro en la humanidad.
Este virus, sin ninguna vacuna, tenía un índice de mortalidad del 30%. En el siglo XVIII, la viruela fue la principal causa de muerte en las ciudades europeas. Fruto de una mayor aglomeración humana y deficientes medidas de saneamiento. Si sobrevives, se te queda la cara desfigurada de por vida, ya que te la llena de costras putrefactas, así como el cuerpo.
A finales del s. XVII, Jenner consiguió crear la vacuna contra la misma y desde aquel entonces y con el avance de la ciencia, se consiguió erradicar la enfermedad hasta el siglo XX. Los pobres del siglo XIX siguieron muriendo por este virus.