Francisco Franco altera desde el Cielo –lugar al que le va a costar mucho a Sánchez asistir– el tiempo, de tal modo que el heteropatriarca (patriarca y hetero) Gerifalte del Gobierno no pueda hacer “running”.
Pedro Sánchez está tan conturbado como traumatizado y estupefacto. Ha tenido que hacer una “call” a su “coach” para que le cure la depresión “poscalor”.
No puede soportar dejar de hacer “running” sujetando la correa de un perrito tan aseado como Pablo Casado e Iván Espinosa de los Monteros, cánido que si fuese humano, a juzgar por su buena facha, votaría a VOX o al PP.
En el caso de los perros, Pedro Sánchez reconoce que “es contraproducente que un perro tenga aspecto de socialista”.
También, admite que “prohibiría a los dueños tener cuadrúpedos perrunos con aspecto de perroflautas, puesto que eso sería descuidar a un animal”.
Lo de tener un perro con trasquilones, famélico y desharrapado no es del agrado de Su Majestad Sanchista, pero reconoce que “en los humanos, es algo progresista, alternativo, ‘cool’, ‘underground’ y rompedor”.
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