Voy a abordar, con tino y gracejo, los estereotipos de empresarios o emprendedores más habituales.
Figura increíblemente frecuente, a pesar de la globalización y la multinacional. El empresario castizo es el de las PYMES hispánicas o bien, el autoempleado.
Rehúye de cualquier empresa que tenga denominación anglosajona, como un endemoniado del agua bendita. Fomenta el comercio local, la fabricación patria y puede ser más basto que un arado.
¿Más ejemplos? El propietario de cualquier bar castizo, que pone bravas, orejas, mollejas, cañas, chatos y vermús, y que contrata o bien a otros castizos o bien sudamericanos por hermanamiento colonial, aquí tenemos a Mauricio Colmenero y su Machu Picchu.
El de la furgoneta, que recoge a duros inmigrantes africanos, para la recogida de la aceituna o de la fresa a lo largo y ancho de la península rural.
El taxista, el autónomo castizo por excelencia, el del sillón de bolas, olor a rancio y alguna estampita en el salpicadero: ahí está, ese Fary.
El dueño de una empresa en un polígono: fabricación patria, comidas castizas para cerrar negocios y puti carretera para el postre.
Y por supuesto, al camionero, el otro autónomo por excelencia, ahí a su bola, con su mercancía, con su bocata panceta en el bar de carretera y de hospedaje en lugar castizo, come en Casa Pepe y duerme en Hostal Tomelloso.
Este empresario es una especie de artista dentro de algo no excesivamente artístico que es una empresa.
Aspira a montar una empresa en donde reine la paz y el buen rollo entre los trabajadores en un óptimo ambiente de trabajo. Si la cosa va bien, incluso puede llegar a formarse un gran imperio.
Son amantes del marketing y del merchandising, su mayor ilusión es ver la felicidad en la cara de un niño llevando una gorra con el logo de su empresa.
Sin embargo y sobre todo, si tiene éxito, puede que le asalten las hienas y tenga que dejarse de tanto sueño y enseñar un poco las fauces. Puesto que es bien sabido que: ‘El éxito es efímero, inestable y deseable; y el fracaso: verdadero, fiable y demostrable’
Ejemplos: El rollo americano de Coca-Cola, MacDonald’s y demás. Richard Branson de Virgin, Mark Zuckerber de Facebook y quizá Steve Jobs de Apple.
Aquí, nos encontramos a un empresario con rígidos principios éticos o morales.
Su máxima aspiración es crear unas reglas justas para todos con el fin de progresar y de santificar el trabajo según las doctrinas de San Chema.
No cabe duda de que este tipo de empresario contribuye a un comercio justo, a unas reglas fijas, a una moralidad latente; pero bondad no equivale a debilidad; así que como toques las bolas al empresario ético o no le caigas bien, date por jodido.
Este tipo de empresario fue frecuente en una España con rígidos principios católicos, y en donde el trabajo era vía de santificación y de progreso.
Ejemplos: los empresarios del Opus Dei, el difunto Emilio Botín, Amancio Ortega.., Estos 2 últimos no sé si realmente eran tan éticos, pero.., ¡Vaya pasta tenían!
Es un personaje del capitalismo puro, del s. XIX en adelante, de la revolución industrial, del colonialismo y de la multinacional.
En una época en donde no existían absurdas leyes protectoras de los trabajadores, este tipo de personaje se dedicaba a explotar lo máximo posible a sus asalariados con el fin de proporcionarle el máximo rédito posible.
Se dio mucho este tipo de personaje en países con intereses coloniales.
Hoy en día, se puede encontrar este sujeto en países como la China comunista o en la India, en donde la legislación laboral no se encuentra muy asentada.
En los países occidentales, también, existen individuos que hacen currar a sus becarios hasta donde la legislación se lo permita y si denuncias chaval, ¡Despídete de trabajar en cualquier otra empresa!
La ley del capitalismo de Rockefeller: frente al sindicato, gangsterismo; frente a la reivindicación obrera, fascios de combate; y frente a las horas extra sin remuneración, amenaza de expulsión de las «Big Four» y retirada de coche de alta gama.
Ejemplos: Los negreros y esclavistas de los imperios coloniales, terratenientes con sus plantaciones, empresarios aprovecha becarios a saco, chinos del PCCh, negros jefes de la tribu, moros del sultanato, faraones egipcios y los peces gordos de las multinacionales.
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