Pablo Iglesias, visto el éxito mediático de confundir “manadas” con “mamadas”, ha decidido cambiarle el nombre a su partido.
El líder podemita ha justificado su cambio con el proverbial dicho de Oscar Wilde, ese que dice que hay algo peor a que hablen mal de uno y es que no lo hagan.
Como de Podemos últimamente se habla poco, dado el augusto protagonismo de Pedro Sánchez, ha decidido recurrir al marketing de que hablen mal del mismo para recolectar más votos.
Albert Rivera, viendo que, también, está perdiendo visibilidad pública, promete volver a salir en pelotas para recuperar la fama y por ende, los escaños.
Santiago Abascal amenaza con salir desnudo a caballo y con sombrero de “cowboy” si a Albert Rivera se le ocurre lucir su tipo torero a la intemperie.
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