Para este otoño que está a punto de dar comienzo me gustaría recomendaros una consagrada obra de la literatura británica. Hablo de El buen soldado, de Ford Madox Ford (1873-1913), autor de casi ochenta obras.
Ford compaginó la literatura con una destacada trayectoria como editor publicando obras de autores del renombre de Ernest Hemingway o James Joyce.
En esta novela nos relata las vidas de dos parejas de ambientada en la época inmediatamente anterior a la primera guerra mundial.
Los Ashburnham son ingleses y los Dowell norteamericanos y traban amistad en un balneario de Alemania en medio de una atmósfera de lujo y ocio.
A medida que transcurren las páginas el lector se sumerge en las vísceras de los protagonistas, y en sus miserias que contrastan con su fastuosa vida en torno a constantes viajes y diversiones.
La obra pone genialmente de manifiesto el contrapunto de la apariencia externa de los personajes y su sofisticado modo de vida con su tortuosos demonios interiores.
Está narrada desde el punto de vista del señor Dowell, quien en ocasiones se revela como un hombre sensible y otros pasajes como un perfecto imbécil.
El buen soldado destaca especialmente por el empleo de las analepsis (“flashbacks” y “flash forwards”), que el autor maneja con tal virtuosismo que numerosos autores y críticos la han categorizado como la obra más sobresaliente escrita en lengua inglesa.
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