Santiago Abascal no sólo es afable con la gente de izquierda, sino que, además, está abierto a conquistar su voto.
Sin embargo, Pablo Iglesias es incapaz de simpatizar con las personas de derechas. Su misantropía ideologizada y miope le impide hacer guiños a sus “adversarios”.
El líder de VOX ha invitado a que le vote, en más de un discurso, a la izquierda, alegando que su partido es el del sentido común y que ellos caben en su proyecto.
En cambio, Pablo Iglesias reconoció a Monedero, en una conversación de Telegram, que odia que los “franquistas” se le acerquen y le digan “olé tus cojones”.
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