El mester del puritanismo dietético, ahora, sentencia que comer cabezas de gambas, y de otros crustáceos, es muy malo para la salud.
La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) lo desaconseja por tener cadmio, cuya ingesta en exceso puede llegar a causar disfunción renal.
Come con cuidado, pero que los progres no te prohíban disfrutar.
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