Elecciones Reino Unido, Keir Starmer / Laboristas / Partido Laborista / Rishi Sunak / Nigel Farage / Reform UK / LibDems / Tories
El Partido Conservador británico ha pasado de ganar las elecciones, en 2019, con una mayoría absoluta de 365 escaños a que las predicciones le auguren una catástrofe de 53 representantes, de cara a las elecciones del próximo 4 de julio. Así, lo ponen de manifiesto unos sondeos publicados por The Telegraph; y en The Mirror, no le dan más de 71 parlamentarios. No obstante, otras valoraciones sociométricas arrojan un resultado de hasta 144 diputados en favor de los conservadores.
El Partido Laborista -liderado por Keir Starmer– podría ascender de los 202 escaños que obtuvo en 2019 a la refulgente cifra de ¡516 mandatarios! Un pronóstico que, en caso de cumplirse, supondría un resultado casi diez veces mayor que el de sus opositores más preciados.
Sin embargo, pase lo que pase, nada cambiaría sustancialmente; tanto el triunfo de la izquierda moderada, como el desmoronamiento del centro-derecha, sería arrollador e inequívoco.
Los liberal-demócratas (popularmente conocidos como ‘LibDems’), también, han pegado un salto de gigante. De la exigua -por no decir exangüe- cantidad de 11 escaños que recabaron en 2019, ahora, le podrían pisar los talones a los conservadores con 50 parlamentarios; es decir, se encontrarían a una distancia -con respecto a estos últimos- de tan sólo ¡3 representantes! Esto sería así en caso de se cumpliesen los vaticinios publicados en The Telegraph; porque, según otros análisis sociológicos, los liberales no sobrepasarían los 31 diputados.
Si los conservadores -de Rishi Sunak– podrían recolectar un 21,5% de las papeletas, los ‘reformistas’ de Nigel Farage treparían hasta un flamante 15%; lo que situaría a estos últimos a nada más que 6 puntos porcentuales de sus adversarios más directos.
Ahora bien, debido al singular funcionamiento del sistema electoral británico, este partido -enclavado a la derecha de los conservadores- no obtendría representación parlamentaria; aún siendo la tercera fuerza más votada del país, con el 15% del escrutinio bajo su techo.
Así pues, si un partido no se alza como la primera fuerza en ninguna de estas localidades, no tendría ningún representante, por muchos votos que hubiese aglomerado a lo largo y ancho de Reino Unido.
En base a los diversos sondeos, los laboristas de Keir Starmer podrían obtener entre 514 y 415 escaños (con alrededor del 40% de los votos); los ‘Tories’ de Rishi Sunak, entre 53 y 144 (con en torno al 20%); los ‘LibDems’ de Ed Davey, entre 31 y 50 (con aproximadamente el 10%); el Scottish National Party, 37 (con el 2,7%); los independentista galeses de Plaid Cymru, 4 (con menos del 1%); los verdes, entre 1 y 2 (con el 5,7%); y la derecha pro ‘Brexit’ de Nigel Farage, 0 (con el 15%).
Entre las causas principales, figuran las turbulencias generadas por el COVID; la dimisión de dos Primeros Ministros en la legislatura vigente (la de Boris Johnson, primero; la de Liz Trust, después); el disparado -y disparatado- aumento del coste de las cosas cotidianas; sospechas sobre si Rishi Sunak habría revelado la fecha de los comicios electorales a apostantes cercanos a él (en Reino Unido, se apuesta hasta por la fecha de las elecciones).
También, tenemos encima de la mesa el fulgurante ‘risorgimento’ de la derecha euroescéptica, encabezada por Nigel Farage, más el hecho de que el líder laborista Keir Starmer haya virado significativamente hacia el centro; de ‘soft-left’ o ‘izquierda suave’, se ha llegado a declarar, además de haber incluido algunos eslóganes con connotaciones conservadoras, como abogar por ‘la estabilidad’, o mostrar firmeza en asuntos como la seguridad y el control de la inmigración ilegal.
Es más, Boris Johnson logró ahogar políticamente a Nigel Farage, al arrebatarle su liderazgo en lo concerniente al ‘Brexit’ (entre otras cosas).
Ahora, sucede lo contrario: el cariz moderado del laborista Keir Starmer, sumado a un Nigel Farage que ha resurgido de las cenizas como un ave fénix, le están haciendo “el sándwich” al actual prócer de los ‘Tories’, Rishi Sunak.
Con respecto al voto en función del sexo, los laboristas mantendrían -en todo caso- una victoria clamorosa; lo que sí que cambiaría es que si votasen sólo las mujeres, los conservadores serían segunda fuerza, pero si lo hiciesen nada más que los hombres, los ‘Tories’ se disputarían el segundo puesto con los ‘reformistas’ de Nigel Farage.
En lo concerniente al voto por edad, todas las franjas darían una holgada victoria a los laboristas de Keir Starmer, excepto la de mayores de 65, que ungiría a los ‘Tories’ como ganadores y colocaría a los ‘Labours’ a dos pasos de la derecha de Nigel Farage.
Los jóvenes de entre 18 y 24 años, en cambio, le concederían la segunda posición a los verdes y LibDems; aunque el tercer peldaño lo ocuparía Reform UK, por encima del Partido Conservador.
Deja un comentario