Los resultados electorales en Cataluña abren la caja de Pandora de bloques ideológicos de todos los colores; un totum revolutum de trincheras de lo más abigarrado y multiforme, imposible de comprender bajo el eje de coordenadas derecha-izquierda. Hemos pasado del maniqueísmo de “los dos bandos” al caos del filósofo presocrático Anaximandro (o del teórico moderno Jean-Jacques Rousseau).
Por un lado, tenemos sobre el tapete al bloque independentista, integrado por Junts (35 escaños), ERC (20 parlamentarios), Comuns Sumar (6 optimates), CUP (4 gerifaltes) y Alianza Catalana (2 comisarios); el cual arroja una suma de 67 representantes, a uno de los 68 requeridos para conformar una mayoría en el Parlamento autonómico.
Por otra parte, se encuentra la bandería supuestamente no independentista, integrada por el PSC (42 oligarcas), el PP (15 embajadores) y VOX (11 diputados); cuya aritmética sí que alcanza la mayoría de 68 escaños.
En tercer lugar, se hallan los partidos enclavados en la derecha, un maremágnum informe integrado por Junts, PP, VOX y Alianza catalana; que aglutina un conjunto de 63 mandatarios regionales.
A su vez, tenemos una posible alianza de Gobierno entre los paladines autonómicos de izquierda, comandado por un ligamen entre el PSC, ERC, Comuns Sumar y CUP; que rebasa holgadamente el umbral mayoritario, con 72 próceres parlamentarios (incluso cabe la posibilidad de prescindir de los 4 escaños del último de los partidos mencionados).
Al mismo tiempo, el presunto moderantismo de centro-izquierda, presidido por un trabazón entre el PSC y Junts, aglomera una mayoría aplastante de 77 burócratas regionales; mientras que una coalición supuestamente moderada entre Junts y el PP se queda con una insuficiente -aunque cuantiosa- retahíla de 50 prebostes levantinos.
En último término, existe un conjunto de siglas de izquierda no moderada, compuesta por una juntura entre ERC, Comuns Sumar y CUP; que se consolida con 30 jerarcas mediterráneos. En el hemisferio de la derecha que rehúye del moderantismo, se encuentran VOX y Alianza Catalana; con un total de 13 emisarios.
En síntesis, tenemos encima de la mesa una entretenida turbamulta de partidos con un sinnúmero de antagonismos.
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