La falta de Piedad en la Oración aboca a la falta de piedad compasiva. Por algo, son la misma palabra.
Un atajo de imbéciles, una partida de alimañas, por no verter otros calificativos de alto voltaje despectivo, no respeta a Javier Ortega Smith ni en el día de la muerte de su padre.
Por cuestiones de sensibilidad, gentileza y decoro, no vamos a reproducir las macabras soflamas tuiteras de esta piara de lenguaraces desalmados.
Que Dios, con su inefable Misericordia, se apiade de esta jauría de analfabetos.
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