Sólo un Rey tiene la templanza e imparcialidad política para crear una democracia en España. La historia lo ha demostrado.
Las dos repúblicas que nos precedieron trajeron consigo desidia y enfrentamiento, porque se utilizaron como justificante de rostro democrático para imponer la revolución.
Esto tiene todo el sentido en un país europeo y más si es vecino de Francia. El origen del republicanismo que conocemos está en la guillotina. Es su ADN, su razón de ser.
Por consiguiente, la Monarquía, en España, es el elemento que sostiene su equilibrio democrático.
Lo demuestran tanto la historia del origen francés de las repúblicas, como los episodios sufridos en España a causa de éstas.
No caben más pruebas fehacientes de ello. Bueno, sí, una: que la democracia que ahora tenemos, para colmo, fue capitaneada en su transición por un Rey y es la más duradera de la historia de España.
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