El “imbécil” de Trump deja de ser idiota, se vuelve relativamente bueno, indiscutiblemente valiente y logra redimirse de buena parte de sus pecados.
Desde la irrupción de “Supertrump” en la Casa Blanca, el asesinato del aborto ha sufrido restricciones en 9 estados de América del Norte.
En otras palabras, de los 16 estados que componen la Unión, la luz de la vida ya ha penetrado en más de la mitad de ellos. Y en sólo 2 años, para más inri y mayor mérito.
La marea provida ha dado un baño de agua bendita y dignidad a los estados de Alabama, Kentucky, Missouri, Mississippi, Ohio, Iowa, Tennessee, Georgia y Utah.
En Alabama, se ha prohibido el asesinato del aborto en cualquier etapa de la gestación, incluyendo los casos de violación, puesto que nada justifica una matanza.
En Misuri, Ohio, Kentucky, Tennessee, Georgia y Mississippi, se ha restringido hasta las 6 semanas, momento en el que se detecta el primer latido cardíaco del niño.
En Utah y Arkansas, se ha reducido de forma pírrica, bastante escasa, hasta la semana número 18.
En El Diario de Colón, celebramos estas restricciones, aunque nos parecen insuficientes, puesto que entendemos que el aborto es un asesinato de forma coherente y por coherencia, asesinar debe estar totalmente prohibido, sin supuestos que osen justificar tamaño crimen.
También, felicitamos a Donald Trump por enmendar buena parte de sus culpas de antaño con esta noble cruzada.
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