La derecha hizo posible la aprobación del voto femenino en España. El Congreso de los Diputados dio luz verde al derecho a votar de las mujeres, con 161 votos a favor y 121 en contra.
Tras la aguerrida oposición de los socialistas, liderada por figuras emblemáticas como Victoria Kent, Margarita Nelken e Hildegart Rodríguez, la derecha hizo realidad esta ensoñación democrática, con iconos como Clara Campoamor a la cabeza.
El argumento de la izquierda era que los maridos conservadores determinaban la papeleta electoral de sus mujeres. Por esta razón, el voto femenino provocaría una abrumadora victoria de la derecha.
Tras la aprobación del voto femenino, es cierto que la derecha ganó las elecciones, con el Gobierno radical-cedista de mediados de la II República. Sin embargo, después se alzó con el poder el Frente Popular.
Esta última victoria desmontó el embuste de la izquierda en torno al voto femenino. Si la derecha ganó en algún momento, fue por otras razones de mayor peso. Si habría que elegir una que tuviese una significativa influencia, sería la situación socioeconómica, pero, ni por asomo, la condición sexual.
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