Enmanuel Macron y Manuel Valls han logrado Convertir España en lo que ellos capitanean: Una nación gobernada por un socialismo 2.0, moderno o “new age” de rostro naranja.
Tanto Macron como Valls son exministros del Partido Socialista francés, que se salieron del mismo para crear el socialismo “cool” del siglo XXI, es decir, el Ciudadanos galo.
Macron es el representante europeo de esta socialdemocracia anaranjada, homóloga de lo que encarnan en Estados Unidos los Clinton y los Obama, y lo que abandera Justin Trudeau en Canadá.
La gran coalición global que el triunvirato Clinton-Macron-Trudeau tiene pensado instaurar en el mundo, es decir, un socialismo de corte urbanita y remozado, que una a derecha e izquierda bajo un partido único mundial, ha aterrizado en España con todas sus alas y para colmo, parece que es lo mejor a lo que se puede aferrar la “derecha” de forma provisional visto el desolador panorama.
Francia nos ofrece a un Pepe Botella bicéfalo -con los semblantes de Rivera y Sánchez- como salvación de Robespierre, y a los cien mil hijos de San Luis, para colmo, no parece quedarnos otra que conformarnos momentáneamente con el felón para conservar la nación.
Después de la tormenta, resurgirá La Vendée, la cual ha logrado 2,7 millones de votos en sus primeras elecciones generales. Los jinetes verdes ya han entrado en el Parlamento y están aquí para quedarse.
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