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¿Por qué no triunfará en España una cruzada contra la carne?

COLUMNISTA: Pelu Crespins, divulgador de historia y crítico musical

Recientemente habrán escuchado al ministro de Consumo, perteneciente a la cuarta fuerza política del país (por el momento, tras la espantada de su gurú espiritual), comentar sobre que si el abuso de carne roja perjudica tanto al medio ambiente como a la salud. A su vez, Pedro Sánchez replica que donde esté un buen chuletón al punto, eso es imbatible.

A veces, pienso francamente que los políticos se mofan de la sociedad sin ambages. Uno le nombra nada ni nada menos que ministro, siendo la cuarta fuerza más votada del país para más coña, luego dice lo que quiere, y su jefe y presidente le desacredita en público como si fuese del PP de Pablo Casado.

También, es muy posible que todo esté ya planificado, bajo previo guión, con el fin de dar que hablar, ya se sabe, nunca hay mala publicidad; de hecho, yo mismamente estoy escribiendo sobre la cuestión. Como como reza una vieja expresión castellana: – De algo habrá que hablar, ¿no?.

En todo caso, no sé hasta qué punto una cruzada contra la carne triunfaría en nuestro país. Somos el país más carnívoro de Europa, así, sin más, con los dos bemoles hispánicos de toda la vida. Consumimos una media de 98,78 kilos al año. Siempre me ha llamado la atención lo de hacer medias, pues habrá tanto veganos como maúfos barbacoeros que se coman unos 200kg al año…

No se atienden a los extremos. Pero la realidad es que somos el país más carnívoro de Europa, y el 10º a nivel mundial, superado por Australia, Nueva Zelanda, EEUU y Argentina entre otros.

¿Es lícito cambiar los hábitos alimenticios de la sociedad española? El vilipendiado ministro Alberto Garzón quizá tan solo quería ser el nuevo líder de la buena salud, tanto planetaria como personal.

La ciencia dicta que se deben comer entre 250-500 gr de carne a la semana, y nosotros comemos más de un kilo. Y que hay que optar por el pollo, pavo y conejo en detrimento de carne de cerdo y carnes rojas. La salud es la salud y la ciencia es la ciencia; aunque también es cierto que la ciencia varía; unas veces te dicen que comer salmón es muy saludable y otras veces que está infestado de mercurio o de lo que sea…

Lo que quizá no se esté leyendo sea la letra pequeña del contrato; que si la gente se atiza un buen chuletón al punto o la piedra o un cochinillo asado es por puro placer, sin más. Si se hace una barbacoa repleta de butifarras, chistorras, chuletas y hamburguesas es porque la peña quiere desconectar y pasárselo bien a través de la comida, ese es el motivo.

Si llegas una tarde noche rallado por el curro, ¿Qué mejor que una “burguer” de vaca añeja al queso azul?

De hecho, en este último año, el consumo de carne ha aumentado y sinceramente, no creo que nuestro poder adquisitivo lo haya hecho también. En definitiva, que la gente muchas veces consume carne por placer más que por otra cosa.

Como cierto es que cantearse comiendo carne puede acarrear problemas de salud, y para qué nos vamos a engañar, una digestión de una lubina al horno se hace mucho más llevadera que la de un cordero asado.

Concluyendo, España es mal sitio para iniciar una cruzada anticárnica y hasta nuestro presidente lo sabe.

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