El caciquismo progre eclosiona, sin rubor ni medias tintas, cuando se trata de atacar a la familia.
Si se ejecutan políticas contrarias a la familia o al catolicismo, no importa asfixiar económicamente a las personas necesitadas.
Es realmente lo único que les importa: Arremeter contra la Religión Católica y destruir la civilización occidental.
La excusa barata que ponen es que las familias numerosas son ricas. Es el justificante estúpido de su odio acérrimo a la familia natural y al orden social cristiano.
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