Pedro Sánchez ha sentenciado que es “absolutamente inaceptable” que bajen los precios de los supermercados.
Lo que ha dicho, dentro de ser una imprudencia como la copa de un pino, puede albergar cierta lógica.
Ha opinado esto para defender a los pequeños comerciantes que no pueden competir con los precios de los supermercados, por razones de economía de escala.
Desde este periódico anti Pedro Sánchez, reconocemos que el razonamiento es de aplastante sentido común. De hecho, es más propio de una derecha católica y agraria que de una izquierda aburguesada y urbanita.
Sin embargo, creemos que la manera de comunicarlo no ha sido muy atinada, además de que no es él el más indicado para exigir al pueblo español que se apriete el cinturón.
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