El prestigioso periodista José María Zavala narra, en su obra Padre Pío, los milagros desconocidos del santo de los estigmas, multitud de Milagros en los que medió el sacerdote de Pietrelcina.
Uno de ellos es el de Gianna Vinci, mujer enferma de cáncer, madre de un hijo sordomudo y esposa de un hombre ateo.
Gianna Vinci, desesperada por la deriva de su cáncer, imploró a su marido que le llevase hasta el famoso Padre Pío, como última alternativa para curarse.
El marido, incrédulo, ateo, terminó cediendo a los ruegos de su mujer, pero con la condición de quedarse fuera de la Iglesia.
El hijo entró en el Templo, se aproximó al Confesionario del Padre Pío y Éste le replicó: “Sal fuera y avisa a tu padre”.
El pequeño obedeció y le dijo a su progenitor: “Papá, te llama el Padre Pío”.
El padre se quedó absorto, perplejo, helado, conmocionado, estremecido de emoción, puesto que le había hablado su hijo sordomudo.
Esto, sumado a que su mujer se había curado del cáncer al instante, provocó su fulminante conversión.
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es admirable sus milagros asi estoy yo pidiendo por mi hijo tengo fe
es admirable sus milagros asi estoy yo pidiendo por mi hijo tengo fe
Excelente...
Que maravilloso haber podido vivir en su època y pedir sus consejos, mayor aùn un milagro, Que admiraciòn, que orgullo, es este santo para la Iglesia ante el mudo...
Excelente...
Que maravilloso haber podido vivir en su època y pedir sus consejos, mayor aùn un milagro, Que admiraciòn, que orgullo, es este santo para la Iglesia ante el mudo...