Lo más importante ante una epidemia: Hacer una buena Confesión
Haz una buena Confesión, porque no sabemos el día ni la hora. Recupera la Gracia de Dios haciendo una visita al Confesionario, para evitar, a toda costa, ser atrapado por las llamas del infierno, el llanto y el rechinar de dientes. Y frecuenta el rezo del Santo Rosario, tal y como pidió la Virgen María en sus apariciones de Lourdes y Fátima.
Deja un comentario