Jordi Évole, en aquella entrevista, le preguntó al Papa Francisco sobre el aborto.
Le trató de poner en un aprieto sacándole el manido supuesto de la violación.
El Santo Padre se mostró sensible con las mujeres que pasan por este trance, apuntó que es imprescindible auxiliarlas con un arropo y un cariño superlativos, pero que ello jamás justifica el asesinato del aborto.
El Vicario de Cristo le devolvió la siguiente pregunta a Jordi Évole, mirándole fijamente a los ojos: “¿Es lícito acabar con una vida humana para resolver un problema? ¿Es lícito alquilar a alguien que le elimine? La respuesta es tuya, no mía”.
Jordi Évole no se atrevió a contestar y lo reconoció públicamente con esta frase: “Yo no he venido a responder”.
El Papa logró dejar a Évole dubitativo y sin respuesta en el momento. Para colmo, unos días después, el famoso entrevistador abandonó el programa, además de reconocer que el encuentro con Francisco le acababa de cambiar la vida.
