La Catedral de Notre Dame resiste a las llamas de la cristianofobia y celebra su primera Misa tras el siniestro incendio.
La Ceremonia ha sido oficiada por el Arzobispo de París, Michel Aupetit.
Al comienzo de la misma, proclamó exultante y jubiloso: “La Catedral sigue viva, porque celebramos la Eucaristía”.
La Santa Misa tuvo lugar con prudentes diligencias. Una prueba de ello es que los asistentes la oyeron con un casco sobre sus cabezas.
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