Soy usuario de Uber y Cabify, y su modelo me parecía más moderno y competitivo que el del taxi, al cual le hace falta reinventarse, para adaptarse a las exigencias del mercado.
Sin embargo, escribo esta carta para manifestar mi enfado con las abusivas subidas de precio ocasionales que he visto en ambas aplicaciones.
Las multinacionales del sector siguen la misma práctica en todos los países: ponen precios por debajo de coste para echar a la competencia (los taxistas) y luego, cobrar mucho más que antes.
Prueben a llamar a un taxi y a uno de los servicios a través de app, y verán la diferencia.
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