El grupo de música Los Puppos arranca un sinfín de aplausos desde las alturas de su balcón. Esta banda musical, compuesta por un dúo tan dinámico como el Dúo Dinámico, hace vibrar de alborozo a los viandantes del barrio de Salamanca.
Los transeúntes vitorean a Los Puppos a su paso, por insuflar unas bocanadas de alegría en la muda y sombría atmósfera de unas calles anegadas en el llanto de la pandemia.
Los paseantes pegan brincos de nostalgia festiva al escuchar los temazos de Los Puppos, prorrumpen en apasionadas danzas, reproduciendo aspavientos de júbilo y dibujando arqueadas sonrisas sobre sus desangelados rostros.
Riadas y aluviones de personas vuelven a sentir lo que es divertirse al aire libre, saltar, desahogarse, gritar… Extraen del baúl de los recuerdos su anhelo de juventud, recuperan las procelosas vivencias de sus años mozos.
Los españoles que transitan las calles de la villa y corte dan las gracias a Los Puppos con el corazón en la mano, por hacerles viajar hacia los momentos más electrizantes de su bulliciosa adolescencia, por ayudarles a olvidar, aunque sea por un fugaz instante, el amargo sabor de la clausura.
¡Viva Los Puppos!
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