Hoy, tenemos la inabarcable ventura de entrevistar a una profesora universitaria y doctora en historia de la moda, que nos responde con pseudónimo, porque adora su privacidad.
Cada época tiene su encanto, por lo que no puedo descartar casi ninguna.
Ahora bien, si tengo que elegir, me quedo con los años setenta y ochenta del siglo XX, donde la elegancia se empezaba a casar con modernidad, pero sin perder el gusto clásico.
Son unos estilos adecuados para personas de alta sociedad y que hacen vida de palacio.
Yo, personalmente, prefiero un estilo más “casual”, del día a día.
Depende para qué plan u ocasión.
Unos “jeans”, una blusa camisera cruda de doble puño con ojales para gemelos, unos gemelos discretos con una piedra o perlita, una americana de cuadros o de espiguilla y unos zapatillas de deporte o Converse que no llamen la atención, o bien, unas botas de piel cortitas con cordones.
Para rematar, escogería algún “foulard” de estampado o color.
Es muy importante saber elegir los pendientes. En este caso, encajarían bien unos aritos o pendientes de piedra chiquititos.
Unos chinos gris claro, una camisa de rayas, un jersey de pico y de cashmere, un abrigo de pata de gallo con tonos burdeos y grises, unos zapatos marrón oscuro con cordones o algunos más “sport” de ante.
Para terminar, elegiría una bufanda lisa de lana o cashmere burdeos.
No te equivocas en absoluto. Me parecen muy elegantes.
Eso, la verdad es que depende de muchos factores.
Por ejemplo, a una persona de estatura baja, le convendría llevar ropa más apretada, puesto que estiliza. También, le aconsejaría que sus prendas básicas -véase pantalones y parte de arriba- fuesen todas de un solo color. Además, le recomendaría ponerse pantalones de talle alto y de campana.
Por otro lado, le vendría bien la ropa holgada a personas de estatura alta y peso medio.
No obstante, cada uno sabe lo que le favorece. A decir verdad, es un tema bastante personal. Cada persona es un mundo.
Me parece muy estiloso para el que lo sepa llevar.
Personalmente, me encanta, aunque depende mucho de la chaqueta.
Por ejemplo, creo que unas zapatillas “sport” casan muy bien con una chaqueta austriaca.
Las blusas con el cuello muy cerrado, por ejemplo.
Las botas negras de cuero con tachuelas tampoco son de mi estilo.
Encantada de poder haber pasado un rato agradable.
Antes de marcharme, quiero matizar que todo lo que he contado es una mera opinión personal. Cada cual es libre de vestirse como quiera. Aunque sea profesora, no me gusta sentar cátedra fuera de las aulas.
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