Columnista: Íñigo Bou-Crespins, escritor y pensador
Ahora, un grupo de iluminados de la NASA dice que podría haber descubierto un universo paralelo en el que todo funciona al revés: el tiempo transcurre hacia detrás, las leyes de la física se rigen de manera contraria, la lógica es inversa, el lado izquierdo es el derecho, etcétera.
Esta teoría se cae por su propio peso, ya que no puede existir otro universo donde todo sea al revés, porque lo contrario de existencia es inexistencia.
En otras palabras, un universo paralelo en el que todo fuese al revés no sería viable, porque lo contrario de existir es no existir. Esta teoría se desmonta por sí misma.
Lo contrario de una ley física no es una ley física inversa, sino la ausencia de ley física
A esto, anexémosle que si existiese otro universo donde todo fuese lo contrario al nuestro, las leyes de la física no podrían funcionar al revés, porque lo contrario a una ley física no es una ley física inversa, sino la ausencia de ley física.
Lo contrario de lógica no es la lógica inversa, sino la ilógica
Tampoco tiene sentido un universo paralelo que se rigiese por una lógica inversa a la del nuestro, porque lo contrario de la lógica no es la lógica inversa, sino la ilógica.
El futuro y el pasado no pueden ser estrictamente lo contrario, porque el primero depende del segundo
Además, cabe destacar que carece de sentido que en ese ficticio universo donde todo funciona al revés, el tiempo transcurra hacia detrás, ya que el pasado no es estrictamente lo contrario del futuro.
Si el futuro depende del pasado, uno no puede ser lo opuesto del otro, puesto que hay una relación de armonía, no de antagonismo, de dependencia, no de independencia. Tendría sentido si existiese una línea divisoria que separase el pasado del futuro, pero esa ruptura no existe, dado que todo forma una continuidad.