Autor de este cuento reflexivo: Ignacio Crespí de Valldaura Érase una vez un burro que, todas las mañanas, abastecía de comida a varias comarcas cercanas. Los habitantes de estas circunscripciones le estaban enormemente agradecidos, puesto que, años atrás, sus tierras de labranza cayeron en barbecho; pasaron de ser terrenos muy fértiles